La sustitución de un cordón de chimenea es un trabajo que tarde o temprano tenemos que llevar a cabo. El mero hecho de tener chimenea o estufa, aunque no la usemos, implica tener que conservarla en las mejores condiciones. Cuando la puerta de una chimenea se mantiene cerrada durante mucho tiempo hace que le cordón se vaya amoldando a esa posición, además, durante el uso de la chimenea se producen dilataciones que hacen que el cordón se deforme y comprima impidiendo con el tiempo un cierre fiable.

¿Cómo saber si el cordón de mi chimenea necesita ser sustituido?

Todas las chimeneas, horno o estufas tienen un cordón refractario de cierre y una vez que la puerta está cerrada y no se ve el cordón es difícil saber que el cordón precisa ser sustituido.

En algunas ocasiones los síntomas son tan fiables que se puede observar como el humo sale por entre la puerta de nuestro cassette insertable, en otras ocasiones el humo no se filtra en exceso pero se percibe el olor a humo dentro de la vivienda. En estos casos cuando el humo no es perceptible visualmente podemos hacer una pequeña prueba para salir de dudas.

Una prueba muy simple y eficaz es abrir la puerta de la chimenea e introducir un folio DIN A4 o una página de una revista entre la puerta y el insertable. Si al cerrar la puerta de la chimenea somos capaces de retirar el folio con facilidad es un signo más que evidente de que el cordón no está haciendo su trabajo como debe y se tiene que sustituir.

Principales ventajas del kit de reparación para chimeneas Fuegonet:

• Longitud suficiente para sustituir el cordón de cualquier chimenea con cordón redondo.
• Suministrado con un dispensador de cola refractaria para el pegado del cordón.
• Sustitución sencilla.